El poemario más personal y riguroso de Enrique Villagrasa, libro de madurez de uno de los comunicadores de poesía más intensos de nuestro país. En una continua reflexión sobre el lenguaje el autor reflexiona asimismo sobre sus espacios vitales, donde la poesía no es solo un referente sino el aliento que lo hace avanzar y el ancla que lo une al mundo.