Tanto la vida como la obra de Van Gogh (1853-1890) han seducido la sensibilidad del hombre contemporáneo. Su uso emblemático del color así como los perfiles curvilíneos, semejantes a llamas quebradas e inestables, que lo convirtieron en un incomprendido en su época, hacen hoy de él uno de los artistas más apreciados. Una gran obra para disfrutar del arte y de la Historia.